lunes, 21 de octubre de 2013

Ma, come siamo arrivati qui? Inmigrantes de la segunda posguerra en Bahía Blanca (1947-1947)




El próximo viernes 1º de noviembre a las 20 hs., Ferrowhite (museo taller)
y el Hospital Italiano Regional del Sur presentan en el auditorio de la
Asociación Dante Alighieri (Rondeau 23), la charla "*Ma, come siamo
arrivati qui? Inmigrantes italianos de la segunda posguerra en Bahía Blanca
(1947-1957)*", a cargo de la Licenciada en Historia Ana Miravalles, con la
participación del dúo musical "Los Nonos de Atilio".

A menudo se alude el movimiento migratorio que colaboró a dar forma a la
Argentina moderna con metáforas marinas. Hablamos de "corrientes
inmigratorias". Y de una primera, de una segunda, de una tercera "oleada
inmigratoria". Como si el océano hubiese transfigurado al contingente
humano que se lanzó a atravesarlo, disolviendo las identidades en una masa
homogénea, en un auténtico "mar de gente".

Por el contrario, cuando se pregunta a tal o cual inmigrante por la
inmigración, ese proceso vasto e informe suele estrechar su horizonte al
círculo íntimo de amigos y parientes, en el que las peripecias de la
partida, del viaje y de la llegada son narradas como acontecimientos
únicos, tanto por su singularidad como, en contrapartida, por su carácter
ejemplar, es decir, como si no hubiera otros que pasaron por circunstancias
similares o como si la propia experiencia bastase para dar cuenta de la de
todo el resto.

En "Ma, come siamo arrivati qui?" Ana Miravalles se concentra en la
inmigración italiana arribada a Bahía Blanca durante la segunda posguerra,
para proponer una mirada sobre este fenómeno hecha de itinerarios que van,
casi nunca de manera lineal, de las vivencias particulares a las
condiciones de época que enmarcan cada experiencia, y viceversa.

¿A todos los italianos que llegaron después de 1950 "los trajo Perón"?
¿Eran todos mano de obra especializada, "ingenieri"? ¿Aquellos "gringos"
estaban, como se suele escuchar, "muertos de hambre"? Echar una mirada a la
sociedad bahiense de aquellos años tal vez sea útil para comprender que,
lejos del simple "trasvase", el proceso inmigratorio careció de inmigrantes
típicos. En su lugar prolifera, llena de contradicciones y matices, la
compleja historia que nos trajo hasta acá.

miércoles, 16 de octubre de 2013

Odette Banco


Italianos en Bahía Blanca - Odette Banco from Ana Miravalles on Vimeo.

Odette me cuenta su vida y la de su familia, y yo, como si tuviera cinco años, me sumerjo en ese mundo que no es solo el mundo singular de esa familia, de esas personas sino que es aquel país, aquella guerra, aquellos años, y ese grupo de inmigrantes contratados por Perón en 1947, y esta ciudad en esos años: hoy por ejemplo estuve en Pola, y empezó la guerra, y cayeron bombas, y corría con una nena de cinco o seis años y su abuela a esconderme en un refugio; y despues sentí como se llegaron a oir por toda Pola los gritos de esa nena cuando arrancaba el barco en que se la llevaban a Italia (junto con otros tantos niños y ancianos), mientras sus padres quedaban en tierra, todavía, hasta el proximo barco. Y volví a Pola varias veces en tren desde Génova a buscar -en secreto, no era algo que pudiera hacerse facilmente- un baúl lleno de aceite de oliva y de panes que después sirvió cuando hubo que convencer a quien autorizaba a los emigrantes a partir para que los ancianos abuelos pudieran venir tambien ellos en el barco a la Argentina; y llegué con la nena al Hotel de Inmigrantes; y dí, al día siguiente, una vuelta en colectivo recorriendo todo Buenos Aires, y llegamos a la Base Naval en Puerto Belgrano; y escuché a la madre pedir pintura para pintar toda la casa que les dieron, y llegar el camión cargado de carne, leche y pan hasta que cobraron su primer sueldo; y los valses a la noche mientras los padres de la nena bailaban, y se besaban y se amaban; vi como levantaron su casa sábados y domingos en el barrio chino, acá en Bahía, y la acompañé luego al velorio de su padre muerto poco tiempo después en un accidente un primero de mayo mientras todos se iban a su pic nic, y a su madre a comprar las máquinas industriales para tejer pulóveres; saludé a sus maestras que trataban de calmar su inexplicable angustia en la escuela cuando al mediodía sonaba la sirena de alguna fábrica cercana; y también cuando -dado que eran mujeres solas, ella, su madre y su abuela-, empezó a trabajar en la oficina de una enorme fábrica y como instrumentista en el hospital; y un montón de cosas más que ya no hacen al tema que estoy investigando; y ahí llegadas a ese a ese punto emerjo, y con ella, hace un rato en la cocina de su casa comí un trozo de esta torta magnifica cubierta de crema con dulce de leche repostero, y rellena con crema y duraznos, con té sin azúcar.




La receta de "la torta della famiglia"

2 tazas de té de harina leudante
2 tazas de azúcar (escasas)
2 cucharadas de maicena
6 huevos
1/2 cucharadita de polvo Royal
esencia de vainilla
1 taza de agua hirivendo

Batir las yemas de los huevos con una taza de azúcar, agregar el agua hirviendo batiendo lentamente.
Batir las claras a punto de nieve con la otra taza de azucar.
Cuando se enfría, agregar el harina, la maicena, el polvo royal y la esencia de vainilla.
Agregar lentamente las claras batidas a nieve.
Colocar en un molde grande enmantecado y enharinado.

El secreto es hornear MUY LENTAMENTE a una temperatura, de ser posible, menor que la del mínimo. Una hora, hora y media hasta que se dora ligeramente. Después se rellena con crema, dulce, duraznos, ananá...
La que comí yo ayer estaba recubierta de crema y dulce de leche repostero.